Todo el vecindario unido a las ocho de la tarde para aplaudir desde sus balcones podría hacer pensar en relaciones idílicas entre los habitantes de un edificio residencial durante el confinamiento. Pero no siempre es así. Hay niños que hacen ruido en el piso de arriba, el de la puerta contigua practica con su guitarra dos veces al día y otros ponen la música a tope o dan gritos que se escuchan por todo el patio. Convivir con los vecinos siempre es complicado, pero en época de coronavirus se puede convertir en una pesadilla. Para evitar conflictos, conviene cumplir las normas de convivencia específicas para el confinamiento, así como tener más empatía y mano izquierda que nunca. Y en caso de tener algún problema grave, ponerlo en conocimiento del presidente de la comunidad de propietarios.
Los niños, el perro, la tele, un elevado volumen de llamadas y videoconferencias… Si tus vecinos no paran de hacer ruidos, ¿qué puedes hacer? Los ruidos siempre han sido uno de los principales motivos de queja en una comunidad de vecinos, pero el confinamiento lo ha agravado. «Esta situación de encierro ha provocado la convivencia vecinal en unos tramos horarios a los que no estábamos acostumbrados, y esta situación genera roces», reconoce Patricia Briones, abogada del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid).
En este contexto, se hace imprescindible «la empatía bidireccional» en el ámbito vecinal. Por un lado, debemos tener un poco de flexibilidad, pero también respetar las horas de descanso y la edad de las personas que viven en el edificio. En opinión de la abogada, el diálogo es prioritario «antes de proceder a hacer llamadas de atención mediante, por ejemplo, golpes». Porque este tipo de medidas, «lejos de solucionar, enturbia el ambiente de cara a un futuro diálogo entre los vecinos» y hace imposible en muchas ocasiones la resolución del conflicto.
En muchos inmuebles existen patios de uso privativo, que son propiedad de la comunidad pero cuyo uso y disfrute corresponde al vecino que vive en la planta baja y tiene acceso a ese espacio.
Si tienes uno de estos patios, debes saber que, aunque la Ley de Propiedad Horizontal y el Código Civil permiten su empleo privativo, no puedes utilizarlo para que tus hijos jueguen allí y se desfoguen, ya que se dejan usar «siempre que se respete a los demás residentes, no se provoquen ruidos o molestias«. Es importante que tengas en cuenta que «no todo vale porque nos encontremos encerrados en casa; hay que entretenerse, pero no a costa del descanso de los demás», señala Briones.
No todo son aplausos para las personas que más arriesgan en la lucha contra el virus. En algunos casos, el personal sanitario, trabajadores de supermercados o policías han sufrido la animadversión por parte de algunos vecinos que, conocedores de su profesión, les instaban a residir en otro lugar hasta el fin de la pandemia. ¿Qué puedes hacer si recibes una nota indeseada de los vecinos? ¿A quién acudir?
Además de practicar la empatía, debes seguir unas pautas de comportamiento específicas para este momento excepcional. Las normas que deben seguir las comunidades de propietarios, según indica el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid, afectan a distintos espacios y ámbitos:
La actividad de los porteros y conserjes hoy más que nunca debe considerarse esencial, dada la importancia que tiene la limpieza de las zonas comunes y otras superficies, así como la recogida de basuras.
La recomendación de los expertos es que la actividad de estos trabajadores se centralice en este tipo de actuaciones “adaptando su jornada laboral y que el resto de la jornada se encuentren en la garita o en sus viviendas, si residen en el inmueble”, señala Patricia Briones, abogada del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid.
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